Carabanchel, nuevos monumentos y nuevo patrimonio para el s. XXI

    Cuando hacemos referencia al “patrimonio urbano” o los “monumentos”, mucha gente suele pensar en un conjunto o catálogo de lugares, edificios, estatuas, fuentes, plazas o incluso zonas verdes, completamente cerrado, inamovible y que pertenece al pasado. Como si fuera la lista de los reyes godos que muchos escolares se aprendieron hace décadas. Como si esos lugares y edificios fueran los que son y, sobre todo, los que han sido siempre.

    Nada más lejos. El patrimonio es algo en constante construcción. Cada época, cada tiempo, deja su huella en la ciudad. Así nosotros también dejaremos nuestra huella en Carabanchel, a través de edificios, lugares, esculturas, plazas, parques… algunos de los cuales se han realizado hace apenas dos décadas, mientras que otros aún están por realizarse.

    Veamos a continuación cuáles de ellos podrían ser los candidatos a formar parte de esa lista de “monumentos” o “hitos urbanos” del Carabanchel del s. XXI:

  1. Anillo de hormigón en el parque de Salvador Allende
Fuente: Antonio Antequera

    Quizá uno de los elementos más singulares y reconocibles de la zona del PAU. Se trata de una dovela de hormigón, en lo que supone un guiño a la llegada del Metro de Madrid a esta zona de Carabanchel, hecho que no ocurrió hasta la primera década del siglo XXI tras décadas de movilización vecinal. Se ubica en una esquina del parque de Salvador Allende. En los últimos años este lugar está siendo el escenario de las fiestas del barrio (sede que comparte con la Plaza de la Emperatriz y el auditorio del Parque de las Cruces). De este modo, este arco ha comenzado a parecer en los últimos años en algún cartel de dichas fiestas, revelando una cierta familiaridad hacia los vecinos que empiezan a identificarlo como un hito reconocible.

Fuente: Madrid.es

 2.   Parque Manolito Gafotas
 
    Se trata del parque lineal que discurre paralelo a la M-40 a su paso por el PAU de Carabanchel. Originariamente el Plan General de Ordenación Urbana lo concebía como una banda verde sin nombre y con un tratamiento apenas esbozado. Fueron los vecinos quienes, al igual que ya hicieran con el parque de las Cruces a finales de los años 1970 o con el vecino Pinar de San José, se movilizaron para hacer de esta área algo parecido a un verdadero parque a través de campañas de plantaciones de árboles. También le dieron un nombre, el del carabanchelero más universal de la literatura española: Manolito Gafotas.

Fuente: Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto

  Con ello, sin duda, han buscado hacer de este lugar un espacio más integrado en el barrio, no sólo a nivel funcional, sino a nivel de identificación y reconocimiento popular.

3.    Biblioteca Luis Rosales
 
    ¿Quién no ha ido a preparar un examen a esta biblioteca, asistido a alguna presentación en su salón de actos o, simplemente a leer, admirando la vista espectacular de la cornisa de Madrid que se tiene desde su gran ventanal?
 
     La Biblioteca Luis Rosales es un edificio inaugurado hace apenas una década, junto al no menos popular ambulatorio de Aguacate. Su arquitectura moderna, rotunda, pero de escala medida, ha enraízado entre los vecinos que dotan a este edificio de una gran vida y actividad. Con este edificio se ganó una moderna dotación cultural (de las que siempre hacen falta en cualquier barrio), así como un lugar desde el que admirar la histórica cornisa de Madrid, aquella que pintara Goya en la zona de la Pradera, pero que aquí se puede observar en toda su extensión y desde una cota muy poco conocida.
 
Fuente: Madrid.org


4.    Catedral Ortodoxa Rumana
 
    Decíamos que cada época y cada sociedad construye su patrimonio. En el caso del Carabanchel del siglo XXI, es un barrio caracterizado por su diversidad de gentes, lenguas y culturas llegadas desde todos los rincones del mundo.
 
Fuente: City of Madrid Film Office

    En Madrid, y en concreto en Carabanchel, la población de origen rumano ha experimentado un gran auge en los últimos años. Así no debe sorprendernos que haya sido precisamente en Carabanchel, donde se ha levantado este edificio en 2017, con su gran cúpula blanca y su arquitectura de corte bizantino, que crea un perfil inconfundible visible desde el acceso por la antigua carretera de La Fortuna. Todo ello al lado del no menos singular “Edificio de bambú”, obra del estudio londinense de arquitectura FOA (2007)
 
5.    Chalet de la Avenida de Carabanchel Alto
 
Este edificio en realidad es de comienzos del s. XX, pero no ha sido hasta el año pasado cuando se ha salvado de una ruina inminente y se ha restaurado para destinarlo a fines asistenciales. Con esta intervención se ha podido preservar un edificio que si bien no destaca por su espectacularidad o por haber sido la morada de ningún personaje célebre, remite en cambio, a un pasado no tan lejano en el que Carabanchel era sede villas y quintas de recreo de la aristocracia, la alta burguesía o incluso de la propia Casa Real.
 
“El chalet”, como es conocido, nos traslada en pleno siglo XXI a ese Carabanchel que fue un pueblo, con su escuela, su parroquia y hasta su médico, quien al parecer fue quien ordenó su construcción o al menos residió durante un tiempo en este lugar. (Justo enfrente los vecinos de más edad recuerdan el llamado “Hospitalillo” o casa de socorro del municipio).
 
Fuente: Karabanchel.com
 
     Hasta aquí una pequeña lista que no aspira, ni mucho menos, a ser algo cerrado, sino a abrir debate. Ahora sería interesante que los vecinos opinarais… ¿Os parecen representativos estos elementos del Carabanchel del s. XXI? ¿Cuáles incorporaríais a la lista… y por qué?

                                                                                                                                Antonio J. Antequera

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